UN DÍA ENTRETENIDO

Antes de nada, pediros perdón por no haber podido escribir ayer, pero es que me fue imposible porque estábamos volando hacia este país tan pequeñito llamado Bahrain.
Pues sí, ya estamos aquí. Llegamos sobre las diez y media de la mañana al hotel y a las once, ya estábamos paseando por la ciudad donde nos encontramos que se llama Manama.
Hemos dedicado un rato a ayudar a Nira con su diario y después nos hemos ido a comer a un restaurante libanes. Así que imaginaros, hemos probado una sopa de lentejas, y una especie de mixto de carnes de kebab que estaban bastante buenas.
Sin tiempo para hacer la digestión, nos hemos acercado al circuito para hacer el primer reconocimiento. Tiene buena pinta, el 'paddock' es más bonito que el de Shanghai, y al lado del "hospitality" de cada escudería, tiene una especie de jaima con una alfombra en el medio para que la gente se siente o se tumbe. Por cierto, de momento para mí el circuito más bonito en conjunto, sigue siendo el de Albert Park en Australia.
Bueno, después de haber realizado el pertinente reconocimiento al 'paddock' y al 'pit lane', solo nos quedaba conocer la última parte del circuito,la pista. Entonces nos hemos calzado las zapatillas y Antonio, Nira y yo hemos vuelto a recorrer otro circuito y por supuesto a tacharlo de nuestra lista. Ha sido el más duro, que digo duro, ha sido durísimo. Mientras estábamos corriendo, solo me podía acordar del dichoso kebab y de la maldita sopa de lentejas.
Al terminar, Antonio nos comenta que ha quedado con Alonso en su hotel para jugar un partido de fútbol. Con lo que después de correr, recogimos a Marcelo y nos fuimos al hotel donde se hospedan todos los pilotos de la fórmula 1. Allí, en un jardín del hotel, con una portería a cada lado y con la poca visibilidad que dejaban unas farolas y las luces de las pistas de tenis de alrededor, nos esperaba el equipo de Alonso. Era un cuatro contra cuatro. Por parte del equipo de Fernando, jugaban Luis (su representante), el cuñado de Luis (que no recuerdo su nombre), Fabrizio (su preparador físico) y el propio Alonso. Y los que completábamos el equipo de Lobato eramos Nira, Marcelo y yo.¡Así nos fue! Nos cayeron goles de todo tipo. El resultado fue lo de menos, porque pasamos un muy buen rato, sobretodo al terminar el partido, cuando nos quedamos escuchando las anécdotas que nos contaba Luis.
A veces me pregunto, qué hace un tío que gana tanta pasta jugando al fútbol con unos "mataos" como nosotros y encima pasándoselo tan bien como parece que se lo ha pasado hoy.