MONZA Y FERRARI

Bueno, ya nos encontramos en Italia, y es que hoy hemos aterrizado en Milán a la una del mediodía, pero hasta las doce de la noche no hemos pasado por el hotel. El día ha sido bastante completo, nada más llegar, hemos ido directos al circuito a recoger las cámaras y a comer algo. Puedo decir que he comido en el circuito de Monza, pero también os puedo confesar que lo único que conozco del circuito es la cafetería, por cierto, no recomiendo los bocadillos, y el parking, dado que no hemos estado más de 40 minutos en el llamado 'Templo de la velocidad'.
Hemos comido tan rápido porque a las cinco y media habíamos quedado con Víctor Seara en la ciudad de Módena, situada a dos horas del circuito. ¿Qué por qué hemos ido a Módena? ¿Qué hacía Víctor en allí ? Pues el señor Seara nos estaba esperando en un simulador profesional de Fórmula 1, donde van a probar muchísimos pilotos.
Para que os hagáis una idea, un simulador de la F1 es muy parecido a una máquina recreativa, tienes una pantalla triple, y tu te metes dentro de un 'cockpit' de un monoplaza. Lo que más llama la atención es lo tumbado que vas dentro del coche, casi vas completamente en posición horizontal. Lo siguiente que también te soprende es lo difícil que es de manejar un Fórmula 1 en un circuito real. Hemos recorrido Modena. No se nos ha dado muy bien a ninguno, bueno, a Víctor si, pero ha estado ensayando un buen rato esperando a que llegáramos. Nadie se ha librado de los trompos, e incluso Nira me llegó a confesar que ha salido un poco mareada. Es muy divertido, espero poder repetir algún día porque la experiencia es increíble. Hoy me he sentido como Pedro en el simulador de McLaren.
Al terminar nuestra experiencia en el simulador, que por supuesto, podréis ver en el previo de la carrera, no hemos ido a Maranello a ver la fábrica de Ferrari. No os podéis ni imaginar lo grande que es eso, tienen de todo, tunel del viento, simuladores, tiendas, es alucinante, no dejas de ver Ferraris por todos lados. Por cierto, entré en una tienda y en los precios también se pasan un poco.
Y para terminar el día, hemos estado cenando en el restaurante Montana, regentado por 'Mamma Rossella', es el restaurante favorito de Michael Schumacher, y el lugar donde comen todos los pilotos, directivos, ingenieros y mecánicos de la escudería italiana. Es como un templo, esta lleno de fotos, de monos de pilotos, de cascos, de piezas de Ferrari, de carenados de Ducati y esta decorado con una gran cantidad de dedicatorias de gente famosa, todas ellas para la cocinera: Rossella.
Como habéis podido comprobar, el día ha sido largo, tengo fotos de todo, pero os las enseñaré a lo largo de estos días porque no las he podido pasar el ordenador.